Sevilla, 29 de marzo de 2021

Después de un duro fin de semana, ya es lunes otra vez, ¿sabes lo que significa?

Exacto, ahora es cuando te toca volver a aparecer, porque sí, solo desapareces el fin de semana, haces tus planes y yo no existo en tu vida. Me parece genial que te diviertas con tus amigas pero, de verdad, no podemos coexistir en el mismo plano tus amigas y yo.

Te dejé el otro día con un “ pásatelo bien” y es la realidad de lo que sentía. Lo que no me parece bien es que no te acuerdes de mi ni un solo segundo, un simple mensaje, es todo lo que te pido, un poco de interés, nada más. Y no lo veo.

Pero, que no cunda el pánico, ayer ya era domingo, estarías a punto de aparecer en cualquier momento, ya no hay nadie que distraiga tu atención, pues estás sola en tu casa. Entonces, ahí es cuando recuerdas que existo. Aunque en el fondo sé que te sientes mal, si no, no me escribirías un simple” buenas” es como para probar si me molestó tu ausencia o si por el contrario estoy como siempre.

Pero tu ya me conoces, sabes lo que me molesta y lo que no, igual que yo te conozco a ti.

Lo siento, no te respondí. No puedo ponerte tan fácil, que revientes mi corazón cada vez que te da la gana, que me pises y yo esté como si nada. ¿Qué pretendes?, que en esos momentos te diga, “¡oh sí!, por favor, písame, maltrátame todo lo que quieras, vete, rómpeme y ven cuando quieras, que estaré aquí para que vuelvas a tirar mis sentimientos por la ventana

Pues no, me costó mucho, muchísimo. Estuve a punto de dejar mi ego a un lado, pero gracias a mis mejores amigos, conseguí entretenerme con ellos en otra cosa y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde para responderte. Así que ya no me costó tanto. Se lo agradezco mucho a mis amigos, sin ellos, sin duda, hubiera vuelto a caer.

Esta mañana ya era hora de responder, aun así, me ha costado mucho escribirte un simple “ buenos días” pero sé que te has dado cuenta que muy bien no ando, que me molesta tu forma de comportarte conmigo.

La sorpresa me la has dado tú, no me lo esperaba, te lo prometo. Apenas después de haber cruzado un par de palabras me sueltas, sin anestesia, “ ¿Por qué no me hablaste el resto del finde?

¡Ah!, que era yo quien tenía que hablarte, después de tu decirme que estabas con amigos, de ver fotos de lo bien que te lo estabas pasando, de que, al yo decirte que te lo pasarás bien, tu me respondieses “ gracias” .

Después de todo eso, sigo siendo yo quien tiene que hablarte.

No, estás muy equivocada, que me muera por hablarte no quiere decir que lo vaya a hacer. No por orgullo, porque si quitando mi orgullo tu regresas a mi, me lo como ahora mismo. Pero no quiero quedar tampoco de imbécil, la verdad. No quiero que pienses que me tienes en la palma de tu mano, aunque así sea.

Ahora mismo, te prometo que no sé qué responderte a eso, “¡Ah!, pero ¿querías que te hablase? ¿con lo bien que te lo estabas pasando?” o “ no sé, no quería molestar” o “ ¡uh!, es que no he parado en todo el finde, ni cuenta me he dado

De todas esas posibilidades, la que yo siento en mi corazón es la primera de todas. Pero entiendo que esa es la que más rencor lleva. Seguramente termine haciendo un compendio de todas.

Pero me ha sorprendido que por primera vez, me preguntes por qué no te hablé, eso no lo has hecho antes, y la verdad no sé por donde tomarlo.

Optaré por decirte “ No sé, estabas con tus amigos y no quería molestar. Tampoco me hablaste tú en todo el finde, pensé, mejor ni la molesto ” y a partir de ahí vamos viendo cómo se va desarrollando la conversación.

2 Comentarios

  1. El amor es un pájaro. Vendrá a tu lado cuando quiera y se irá cuando le dé la gana. No puedes pretender agarrarlo porque se moriría. Tan solo puedes disfrutar el momento, ese momento que está contigo ese pequeño gorrión y te mira a los ojos.

    Le gusta a 1 persona

    1. Tienes razón, pero cuando amas a alguien todo el afán es aferrarse a cualquier opción.
      Y bueno, para desahogarme, escribo textos que jamás le mandaría.

      Me gusta

Deja un comentario